domingo, 14 de octubre de 2012



¿Cuando sucedió todo esto?  No tengo ni la más mínima idea, solo sé que estoy aquí, en este mundo tan infame y desgraciado que me vio nacer y desde luego observa cómo me comprimo lenta y atónitamente en esta agonía tan grande que tal vez jamás podre superar.

Siendo hija única tuve que lidiar con la soledad, y a valerme por misma, forjándome cada día un carácter decisivo y adoptando aquella teoría Darwinista que dice: "solo sobrevive el más fuerte”. Aprendí a que la vida es el aquí y ahora, sin nada de ridículas falsedades y sueños nefastos que no van más allá de una realidad lejana y contraproducente.

Pues bien todos los días era siempre lo mismo y constantemente me hacia esas preguntas cada noche ¿por que tuve que estar viviendo esta vida infernal que me atormentaba  cada segundo de mi vida?  ¿Por qué no tuve el privilegio de elegir a mis padres? (ya que ellos eran mi principal desgracia)  y finalmente ¿cuál era mi propósito de estar aquí  con vida y soportar todo esto? tal vez mi cabeza algún día lo entenderá pero creo que este, no es el momento.

Precisamente ayer con mi padre tuve una confrontación en la escuela ya que lo habían mandado a traer y yo no tenía otra alternativa más que decirle que se presentara. El motivo fue que  yo había cometido el error de gritarle a uno de mis maestros.

 Pero que querían que hiciera, hace es mi genio y jamás podre evitarlo. Pero en fin, mi padre solo me regaño y no pude contenerme. De inmediato  lo único que hice fue levantarle la voz enfrente del maestro y  toda la clase de literatura. Le grite y le dije que lo odiaba y que me lamentaba que fuera precisamente el mi padre mas sin embrago, el me  respondió con una cachetada. Eso fue algo más que vergonzoso y sobre todo se que lo hizo, no por que estuviera enojado si no porque quería demostrar que él era superior y que nadie le podía ver la cara. Mi orgullo hizo que me contuviera y no soltara ninguna lágrima.

No pude pensar en otra cosa más que pensar en lo que mi padre me haría  al llegar a la casa.

En la tarde con un poco de enojo y a la vez de miedo llegue a mi casa. Como era de suponerse mi padre estaba ahí esperándome con un látigo y de inmediato  se lanzo contra mí, dando una serie de golpes y no se contuvo, ni tuvo compasión,  hasta que se canso.

 

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